U-TOPÍAS por Ernestina Gamas*
Con-Texto | 24 noviembre, 2024De eso se trata, de asomarnos por los resquicios para mirar los pequeños fragmentos de una realidad que se nos ofrece como verdad absoluta Ya no hay dogmas que se desprendían de sistemas filosóficos o de grandes creencias. Ahora sólo relatos, redes con mensajes contrapuestos y seguidores de unos y de otros. Mentiras, operaciones con que tratan de convencernos.
Cuál es el mensaje.
Personas detrás de nombres ficticios que quieren hacernos ver que todo anda muy bien.
Inmersos en la repetición de frases hechas que parecen de una lógica irrebatible, corremos el peligro de quedar atrapados por las palabras como si fueran certezas y obstinarnos en el realismo de esas ideas armadas por un lenguaje banalizado y grosero que le sirve de vehículo.
Pero cuando nos detenemos y pasan por el cedazo de nuestro criterio, las preguntas surgen como destello
Porque existe una realidad palpable. La que vemos en la vida cotidiana. Pobreza y gente durmiendo en la calle en barrios elegantes
Esta es la mitología contemporánea, una herramienta para controlar. Entre los poderosos y el resto (OTROS MUNDOS) se interpone una nube de intermediarios a través de los cuales trasmiten su poder y a la vez se auto-segregan, segregando. Tanto como se ocultan, difunden convenientes “representaciones colectivas”: En eso reside su dominio, en que la mistificación convertida en naturaleza universal impida el descontento, la rebeldía. FAKENEWS
Un MUNDO que amenaza con su imperio ilimitado se traga al otro, el de afuera silencioso, donde cantidad de excluidos y marginados avergüenzan la superficie del planeta. Injustificable. Hasta los países llamados centrales albergan en su territorio bochornosas desigualdades.
En el interior de sus despachos, burócratas al servicio de los intereses de minorías, toman decisiones que son verdaderas sentencias de muerte y ellos, aferrándose a sus posiciones de poder, se desentienden del padecimiento, de la dignidad de las personas: de su vida cotidiana, de la literalidad de su lucha por la supervivencia, de sus cuerpos en riesgo, de su falta absoluta de futuro.
Sin embargo estos genocidios son desplazados de las agendas del espectáculo mediático y en su lugar una encarnizada diatriba se ensaña con quienes se atreven a reclamar para llamar la atención sobre su miseria.
Al mismo tiempo, se construye un mundo de cambios vertiginosos. Avances científicos y tecnológicos inimaginables hasta hace poco, no cesan de sorprendernos. Qué hacer para acercar ese mundo a los otros olvidados de todo cuidado, para paliar la amargura que nace del contraste entre la propia suerte y la de los más favorecidos.
Porque en la misma medida en que se profundiza la desigualdad económica, se incrementa la distancia entre los sectores más y menos beneficiados. Cuando componentes raciales, étnicos o de lenguaje la acentúan, se convierte en un foso imposible de cruzar. Una cesura. Desgarro en el tejido social que imposibilita toda motivación para el acercamiento.
Estudios recientes han comprobado que en comunidades con ingresos más homogéneos, mayor es el apoyo de los que más reciben para los menos favorecidos. Por eso se hace necesario que para alentar actitudes de reciprocidad, sean elevados los estándares mínimos de vida.
MUNDOS por crear; esa debe ser la misión. La apropiación del MUNDO para alojar la utopía, un lugar por construir para contraponer a la fatalidad territorial de los comunicadores. Un lugar que albergue el sueño colectivo del género humano. Una tendencia, una propensión que se convierta en profecía auto-cumplida, que impida la finitud del deseo. Porque cuando lo deseable se convierte en posible se integra como necesidad inapelable.
Esa es la tarea para el intelectual, desbaratar lo obvio, la moda ideológica del momento cuya circulación generalizada funciona como prueba de sentido. Es imprescindible más que nunca, instalar estos temas y abundar en su trato para asaltar la ciudadela de la indiferencia. Ayudar a crear la motivación para sociedades más solidarias que impidan a los relegados optar por falsos profetas.
La característica del cambio es el dolor. Cualquier cambio es esencialmente traumático y socialmente se expresa a través de tensiones graves que conllevan toda clase de destrucciones. Es en ese vacío que puede tener lugar una nueva creación. Comunidades, U-TOPÍAS.
Lugares en el mundo para habitar con dignidad.
Aires, 24 de noviembre de 2024
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* Escritora y directora de con-texto
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