• INICIO
  • EDITORIALES
  • PLURIMIRADAS
  • ESPACIO CULTURAL
  • ESPACIO DE HUMOR
  • CARTAS DE LECTORES
  • ARCHIVOS
  • ENVIAR TEXTOS

POBREZA, URBANIZACIÓN Y VIVIENDAS: entre los mitos del relato kirchnerista y los saldos reales de su gestión por Jorge Ossona *

| 24 junio, 2016

La vivienda y el hábitat constituyen dos indicadores fundamentales para medir los índices pobreza. Una señal inequívoca de la pauperización de una porción importante de las antiguas clases trabajadoras a partir de los 70 fueron las ocupaciones territoriales masivas; germen de nuevas barriadas suburbanas que, para diferenciarse de las estigmatizadas “villas miseria”, dieron en denominarse “asentamientos”. Estos fueron un laboratorio más visible que los viejos barrios populares acerca de cómo los sectores empobrecidos se fueron organizando a lo largo de los últimos treinta años.

La política democrática oscilo, en principio, entre el desconcierto y el ensayo y error para administrar allí problemas sociales hasta entonces desconocidos. Uno de los compromisos que les exigieron a sus jefes comunitarios fue, a cambio del reconocimiento de sus organizaciones como “entidades intermedias”, propiciar su rápida urbanización para lo que ponían a su disposición una buena parte del aparato estatal. Pero a lo largo de los treinta años que lleva la democracia el curso de tales urbanizaciones fue errático y discontinuo, cuando no contradictorio respecto de sus objetivos primigenios. La etapa kirchnerista fue bien elocuente al respecto.

Hacia 2009 desde el Ministerio de Planificación, Infraestructura y Transportes se relanzaron programas de urbanización, regularización dominial y construcción de viviendas de material interrumpidos por la crisis de 2001; aunque dándole un sesgo re centralizador respecto de sus antecesores. Hasta entonces, los programas financiados por fondos de los organismos multilaterales de crédito bajaban desde esa cartera hacia las provincias que debían licitar a las empresas contratistas, confeccionar los planos respectivos y otorgar asesoramiento hidráulico. Los municipios, por su parte, debían efectuar la regularización dominial de los predios, las mensuras, la apertura de calles y la cobertura social de las obras.

La recentralización supuso un puente directo entre la cartera de Planificación y los jefes comunitarios barriales; exigiéndoles  a los intendentes  su nombramiento en dependencias estratégicas para la realización de las obras.  Las organizaciones comunitarias asumieron, así, las tareas de control de su ejecución, la asistencia a los trabajadores y el cuidado y supervisión  de las máquinas y herramientas. No obstante, a diferencia de las etapas anteriores, se excluyó a los vecinos de las cuadrillas para la autoconstrucción de instalaciones y viviendas  sustituyéndolos por trabajadores de la UOCRA asociados a las empresas contratistas; todo un símbolo de las alianzas corporativas trazadas en tiempos de Néstor Kirchner.

Tomemos el caso de un conjunto de barrios ubicados en Villa Fiorito beneficiados por el Programa Mejoramientos de Barrios (PROMEBA). La organización social, que aglutinaba  a varios barrios procedentes de la ocupación de tierras fiscales nacionales, se encargó de efectuar el censo vecinal de sus siete mil setecientas familias. Sin embargo, fueron beneficiadas tres mil quinientas; y de estas, solo fueron regularizadas dominialmente mil setecientas setenta y seis. Las razones de las exclusiones fueron varias; aunque en su mayoría, estrechamente asociadas con los caracteres culturales de la nueva pobreza estructural. Algunos vecinos despreciaban la instalación de cloacas porque para ello debían derribar instalaciones promiscuas anteriores. Otros, no querían el baño dentro de la casa ni la instalación de agua corriente prefiriendo proseguir  su abastecimiento mediante el bombeo desde conexiones clandestinas a la red central. Otros, por último, despreciaban  el agua caliente por el gasto que suponía la compra de termo tanques considerados tan inútiles como las prácticas de aseo cotidiano. Cuatro mil vecinos –casi un 60 %- se resistieron, entonces,  a incorporar a sus hogares en los servicios públicos esenciales ofrecidos por el programa de urbanización.

En cuanto a la construcción de viviendas, el Plan Federal lanzado en 2011 se comprometió a edificar en dos años quinientos cinco “prototipos 0” consistentes en tres dormitorios, cocina, baño y lavadero. Hacia fines de 2014 se habían completado solo tres; dos más, estaban en vías de concluirse; mientras otras setenta y ocho avanzaban a paso de tortuga. El Plan Mejor Vivir, dependiente del anterior y destinado a la construcción de módulos secos –habitaciones-, y húmedos –cocinas y baños- para viviendas más avanzadas, se comprometió a edificar ochocientos veinte; pero solo sustancio setecientos ochenta concentradas en un número menor de hogares porque algunos vecinos recibieron hasta tres módulos; y otros, ninguno. Los intereses clientelares  de los referentes comunitarios explican en no poca medida esa discrecionalidad que se reprodujo en otras situaciones de privilegio.

Por caso, la jefatura del barrio central, cuya organización aglutino a la de los demás logro,  significativamente, la escrituración de  la totalidad de los doscientos cincuenta predios de su barrio. Sin embargo, esa titularidad quedo relativizada por el hecho de que  a diferencia de lo comprometido con la municipalidad en los 90 de destinar solo un lote a cada familia, la falta de supervisión estatal determino que se instalaran hasta tres. Ello  aumento su densidad demográfica  de doscientos cincuenta en seiscientos sesenta núcleos; en parte, a raíz de la epidemia de embarazos suscitada por la AUH aunque también por la especulación inmobiliaria en una zona saturada para nuevas ocupaciones. La precariedad dominial, entonces, continuo; y  al agravarse el hacinamiento, las obras de instalación de servicios públicos se tornaron insuficientes.

Por último, las empresas contratistas, conforme se fueron acentuando la recesión y la inflación, empezaron a incumplir  con las cantidades de materiales y su entrega en los tiempos establecidos. El síndrome sobreprecios-subejecuciones se hizo sentir con fuerza. Los referentes comunitarios debieron establecer arduas negociaciones frecuentemente burladas por los acuerdos espurios entre los jefes de obra de las firmas y algunos vecinos que negociaban bajo cuerdas su prosecución pero  proporcionando materiales  de menor calidad. Hacia mediados de 2013, el proyecto se fue aletargando en coincidencia con el vencimiento del plazo de su ejecución total. Un año más tarde, quedo virtualmente paralizado; repitiendo el sino trágico de las experiencias anteriores que el “proyecto nacional” y su “modelo de inclusión” supuestamente venía a erradicar para siempre.

En suma, la nueva experiencia urbanizadora termino exhibiendo un carácter caótico, acentuando el contraste entre regiones barriales  privilegiadas y otras marginadas y al afeamiento general de la vecindad; un dato no menor en los contenidos culturales de la pobreza. Los conflictos entre regiones privilegiadas y marginadas se plasmaron en rivalidades y enfrenamientos violentos entre vecinos y aun dentro de familias. Resultados parciales, insuficientes y contraproducentes  que no hicieron más que reafirmar  una  pobreza estructural densa y dura en uno de sus aspectos más cruciales: la vivienda y el hábitat.}

*historiador y miembro del Club Político Argentino

 

 

 

Categorias
PLURIMIRADAS
Comentarios RSS
Comentarios RSS
Trackback
Trackback

« MAGISTERIO UNIVERSAL de  SÓCRATES   Y  D. F.  SARMIENTO por Guillermo Gagliardi* LA POLÍTICA Y SUS CIRCUNSTANCIAS por Alberto Medina Méndez* »

Dejar un comentario

Haz clic aquí para cancelar la respuesta.

INGRESO

  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.org

BUSCAR

SUMARIO por categorías

COMENTARIOS

  • esteban lijalad en REPUBLICANISMO PARA EL ANTROPOCENO: ¿DÓNDE ESTÁS, CLÍSTENES?por Julie Wark* y   Daniel Raventós**
  • Juan Anselmo Bullrich en ENCUENTRO EN RAVENNA, A SETECIENTOS AÑOS DE LA MUERTE DE DANTE ALIGHIERI por Román Frondizi *
  • Juan Anselmo Bullrich en MEDITACIONES EN TIEMPOS DE PESTE Y CUARENTENA por Román Frondizi*
  • Enrique Bulit Goñi en MEDITACIONES EN TIEMPOS DE PESTE Y CUARENTENA por Román Frondizi*
  • Luis Clementi en MEDITACIONES EN TIEMPOS DE PESTE Y CUARENTENA por Román Frondizi*

SUMARIO mensual

  • febrero 2023 (11)
  • diciembre 2022 (6)
  • noviembre 2022 (4)
  • octubre 2022 (2)
  • septiembre 2022 (1)
  • agosto 2022 (6)
  • junio 2022 (11)
  • marzo 2022 (16)
  • diciembre 2021 (8)
  • noviembre 2021 (6)
  • octubre 2021 (8)
  • septiembre 2021 (1)
  • agosto 2021 (9)
  • julio 2021 (4)
  • junio 2021 (2)
  • mayo 2021 (4)
  • abril 2021 (10)
  • marzo 2021 (4)
  • febrero 2021 (10)
  • diciembre 2020 (9)
  • noviembre 2020 (8)
  • octubre 2020 (1)
  • septiembre 2020 (5)
  • agosto 2020 (6)
  • julio 2020 (5)
  • junio 2020 (3)
  • mayo 2020 (6)
  • abril 2020 (2)
  • marzo 2020 (2)
  • febrero 2020 (8)
  • diciembre 2019 (8)
  • noviembre 2019 (11)
  • octubre 2019 (2)
  • septiembre 2019 (8)
  • agosto 2019 (9)
  • julio 2019 (1)
  • junio 2019 (9)
  • mayo 2019 (3)
  • abril 2019 (4)
  • marzo 2019 (10)
  • febrero 2019 (2)
  • enero 2019 (4)
  • diciembre 2018 (7)
  • noviembre 2018 (3)
  • octubre 2018 (11)
  • septiembre 2018 (6)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (28)
  • junio 2018 (8)
  • mayo 2018 (2)
  • abril 2018 (5)
  • marzo 2018 (5)
  • febrero 2018 (1)
  • enero 2018 (7)
  • diciembre 2017 (6)
  • noviembre 2017 (3)
  • octubre 2017 (9)
  • septiembre 2017 (5)
  • agosto 2017 (2)
  • julio 2017 (4)
  • junio 2017 (6)
  • mayo 2017 (12)
  • abril 2017 (6)
  • marzo 2017 (7)
  • febrero 2017 (6)
  • enero 2017 (10)
  • diciembre 2016 (9)
  • noviembre 2016 (9)
  • octubre 2016 (14)
  • septiembre 2016 (14)
  • agosto 2016 (13)
  • julio 2016 (19)
  • junio 2016 (9)
  • mayo 2016 (25)
  • abril 2016 (9)
  • marzo 2016 (16)
  • febrero 2016 (14)
  • enero 2016 (3)
  • diciembre 2015 (17)
  • noviembre 2015 (12)
  • octubre 2015 (14)
  • septiembre 2015 (19)
  • agosto 2015 (6)
  • julio 2015 (5)
  • junio 2015 (2)
  • mayo 2015 (7)
  • abril 2015 (10)
  • marzo 2015 (4)
  • febrero 2015 (10)
  • enero 2015 (6)
  • diciembre 2014 (5)
  • noviembre 2014 (9)
  • octubre 2014 (12)
  • septiembre 2014 (9)
  • agosto 2014 (11)
  • julio 2014 (22)
  • junio 2014 (1)
  • mayo 2014 (6)
  • abril 2014 (6)
  • marzo 2014 (4)
  • febrero 2014 (7)
  • enero 2014 (4)
  • diciembre 2013 (3)
  • noviembre 2013 (4)
  • octubre 2013 (5)
  • septiembre 2013 (3)
  • agosto 2013 (7)
  • julio 2013 (7)
  • junio 2013 (4)
  • mayo 2013 (8)
  • abril 2013 (14)
  • marzo 2013 (12)
  • febrero 2013 (8)
  • enero 2013 (6)
  • diciembre 2012 (6)
  • noviembre 2012 (7)
  • octubre 2012 (4)
  • septiembre 2012 (15)
  • agosto 2012 (15)
  • julio 2012 (14)
  • junio 2012 (19)
  • mayo 2012 (11)

 
 
 
 
 
 


© 2012 Con-texto


Diseño y desarrollo : www.juroky.com.ar

rss Comentarios RSS valid xhtml 1.1 design by jide powered by Wordpress get firefox